viernes, 9 de febrero de 2018

Relato del historiador Jose Bengoa.


"...Los viejos mapuche era ricos, muy ricos poseían tierras bien labradas en los valles de los ríos imperial, Cautin, Quepe y Tolten.
Habia un comentario muy repetido en esos tiempos "que los mapuche tenían tantos bueyes que no alcanzaban a enyugarlos a todos..." se decía en los tiempos en que los caciques hablaban y la gente escuchaba.
Viajaban con los animales del Puel (Argentina) y luego los engordaban en sus campos, decían los viejos que el pasto les llegaba hasta las verijas. Cuando estaban bien gordos se dirijan a las ferias de la época, principalmente Nacimiento en la frontera norte del territorio mapuche y Pitrufquen en la Sur.
Esos animales eran por lo general convertidos en carne seca, charqui enfardados y enviados por Concepción, Tome y otros puertos con dirección al norte del país, destinados al abastecimiento de los barcos que en esos años comenzaban a explorar el océano pacifico a Lima, la historia es así. Los mapuche, ganaderos, ricos, arreadores de animales desde argentina, contribuyeron a la apertura de las rutas del pacifico.
El charqui que producían era subido en fardos a bordo de los buques que irían a aventurar al otro lado del mundo. Los araucanos de esos años se encontraban integrados al mercado mundial de producción de alimentos.
Tenían sus sistemas productivos, sus mercados, y entendían perfectamente de precios, pesos y medidas.
La riqueza ganadera se expreso en la platería araucana. Es incalculable la cantidad de platería antigua que hay en colecciones privadas, museos, y que a pesar de todo aun permanece en poder de las mujeres mapuche. Durante 100 años de ocupación chilena las mujeres se han visto obligadas a vender sus joyas debido a la pobreza que dejo le invasión, por ejm. cada vez que se un hijo se le ah enfermado. Cada joya vendida es un desgarro, una desgracia ocurrida en una familia mapuche...."
Era la realidad del pueblo mapuche en ese entonces, como la describe el historiador chileno Jose Bengoa en su libro "Historia de un conflicto".
Todo el desarrollo del pueblo mapuche fue destruido por el estado, saqueado a sangre y fuego por el ejercito chileno.
En esos años, los cincuenta y sesenta del siglo pasado chile llegaba hasta Chillan y Concepción. Domingo Faustino Sarmiento dice en sus libros lo siguiente "Es necesario entender que en medio del territorio de Chile vive un pueblo que no reconoce las leyes del país, que tiene otras costumbres, otra economía, que habla otro idioma, otra Nación ".

miércoles, 7 de febrero de 2018

El Alfajor, el cuchillo criollo curvo


El gaucho tuvo muchas armas, entre sus filos, hubo un cuchillo que llamaba “alfajor”, ubiquémos que asi se encontro  hasta fines del 1700, este filo derivaba del alfanje, un sable corto y curvo, alfanjon llamaron los ibericos al alfanje corto, ya tirando a cuchillo, este “alfajor” tenía filo completo del lado externo y contrafilo del interno, ya es entas pampas, empezo a tener sus caracteristicas propias, y es un ejemplo claro de la influencia árabe en América.
Los primeros europeos que llegaron a Sudamérica, españoles, y entre ellos, muchos andaluces, de fuertes raíces y tradiciones moras, paréntesis aparte me gustaría remarcar una zona conocida como al-Ándalus, que es el territorio de la península ibérica y de la Septimania que se encontró bajo poder musulmán durante la Edad Media, entre los años 711 y 1492, y repito mucha influencia árabe hubo.

El facón encuentra un antecedente evidente en la gumía, arma blanca de hoja corva que utilizan los bereberes del Norte de África. A este respecto, Carlos Octavio Bunge, en un discurso dado allá por el año 1913 en la Academia de Filosofía y Letras de Buenos Aires, dice lo siguiente: “Curioso sería indagar de donde proviene el vocablo ‘facón’ (...) A todas luces es un aumentativo de ‘faca’ (del latín falx), que, según la Academia Española de la Lengua, significa ‘cuchillo corvo’. En tal sentido usaban la palabra los escritores clásicos (...) Ahora bien, no estará de más recordar que, según una carta del padre Cattaneo, aun a principios del siglo XVIII, los gauchos explotaban las vacadas bravías con ‘un instrumento cortante en forma de media luna’. ¿No es de suponer que tal fuera el cuchillo primitivo del gaucho, trocado luego por el facón, precisamente a mérito de su necesidad de llevar siempre consigo un arma de combate para defenderse cuando fuera desafiado?”. Los bereberes suelen guardar la gumía bajo la faja, igualmente nuestros gauchos el facón, adaptación criolla del arma africana importada a al-Ándalus.


Sin dudas su raíz hispano-árabe del “alfajor”, es el mismo alfanje y los puñales diseñados con este mismo estilo y curvatura, piezas que venían en la correa de los conquistadores españoles y sus súbditos.
Como se sabe, el alfanje es un espadín de origen árabe, cuyo nombre original era al janyar.( origen andalusí: "alxánjal" (xanjar significa puñal en árabe)) Su posible semejanza con el corvo y su supuesto vínculo gestacional lo observa también don Benjamín Vicuña Mackenna, en su obra "La Guerra del Pacífico" de 1880, aclaración aparte, en mi opinar, tiene el alfajor y el corvo un origen común.


"Consiste en una hoja pequeña ligeramente curva como los alfanjes moriscos, y ofrece sobre el puñal recto la ventaja de la defensa, porque en las riñas obra de cierta manera como broquel para parar los golpes. Por su forma es de mucho más difícil manejo que la daga recta, usada por nuestros campesinos del sur, pero los mineros aprenden su esgrima especial que requiere mucha más flexibilidad en la muñeca que vigor en el brazo".
De ángulo curvo, parecido a la cimitarra y generalmente con filo por sólo un lado, el alfanje entró a España por la influencia mora que se dispersó por la Península Ibérica.


Entonces no es difícil imaginar como este cuchillo conocido también como alfanjon, que en España era el diminutivo de alfanje o también una manera ibérica de llamar al cuchillo con forma de alfanje, muy similar a la gumia árabe, sin duda anterior a esta, como la jambiya.
Ya Alonso de Ercilla en “la Araucana” allá por el año 1589, se nombra en sus versos como los españoles portaban cuchillos alfanjados, dejando en lado la influencia arábiga en estas tierras.
Canto IX, por ejemplo, se lee la alusión a los cuchillos curvos de la siguiente manera:

“También Angol, soberbio y esforzado,
su corvo y gran cuchillo en torno esgrime
hiere al joven Diego Oro y del pesado
golpe en la dura tierra el cuerpo imprime;
pero en esta sazón Juan de Alvarado
la furia de una punta le reprime,
que al tiempo que el furioso alfanje alzaba
por debajo del brazo le calaba.”

En el Canto X reaparece una asociación del cuchillo curvo, esta vez con relación al alfanje:

“Caupolicán, que estaba por juez puesto
mostrándose imparcial, discretamente
la furia de Orompello aplaca presto
con sabrosas palabras blandamente;
a así, no se altercando más sobre esto,
conforme a la postura, justamente,
a Leucotón, por más aventajado,
le fue ceñido el corvo alfanje al lado.”

En el Canto XXIX, aparece como arma asociada al alfanje:

“Las robustas personas adornadas
de fuertes petos dobles relevados,
escarcelas, brazales y celadas,
hasta el empeine de los pies armados;
mazas cortas de acero barreadas,
gruesos escudos de metal herrados,
y al lado izquierdo cada cual ceñido
un corvo y ancho alfanje guarnecido.”


Ahora más cerca a nuestras tierras, y nuestros criollos, ya el alfajor aparece en escena, asi en la republica oriental de la mano del escritor uruguayo Antonio Dionisio Lussich Griffo, hombre que cultivó la literatura gauchesca, pone en boca del gaucho Centurión en “Los tres gauchos orientales” el siguiente verso:

“Tengo en el dedo un anillo
de una cola de peludo,
pa peliar soy corajudo
y ande quiera desencillo
le enseño al gaucho más pillo
de cualquier modo a chuzíar,
y al mejor he de cortar
si se descuida un poquito,
le he de enterrar yo tuitito
mi alfajor hasta pasar.”


Y Martin Fierro también clavo su alfajor, de la pluma de José Hernández:
“Le enseño al gaucho más pillo
De cualquier modo a chusiar,
Y al mejor he de cortar
Si presume de muy bravo,
Enterrándole hasta el cabo
Mi alfajor sin tutubiar.”

Y si Martín Fierro uso alfajor, porque no Juan Moreira… donde en la obra de Eduardo Gutiérrez (1878-1880), el protagonista dice: “En cuanto se ponga delante de mí lo voy a ensartar en el alfajor como quien ensarta en el asador un costillar de carnero flaco”


Aunque ya en estos casos, nobleza obliga, era llamado así en calidad de sinónimo a facón, faca o cuchillo, por el de alfajor.
Lo que la historia si nos dice que el alfajor fue popular hasta finales del 1700, con un estilo de esgrima característico, donde se podía clavar, cortar y desgarrar, se peleaba, y se degollaba, y es así como se lo recordó en tiempos de la mazorca, como “el degollador”.


Ejemplos de estas armas hay en museos desde sus historia hasta ejemplares, como la foto arriba donde presenta ejemlos de museos y la leyenda presente en el Museo Polifacetico Rocsen, de Cordoba, Argentina. que dice hablando de la vestimenta del gaucho colonial  "...su arma era un cuchillo, al que llamaba alfajor, que calzaba adelante, en la cintura, esta denominacion deriva de alfanje, una especie de sable corto y curvo, con un filo solamente por un lado, y por los dos en la punta, tambien uso un cuchillo largo y recto que llamo faca de origen andaluz, y del cual deriva mas adelento otro de hoja mas ancha llamado facon...", se presentan mucha documentacion sobre nuestros filos criollos, uno puede armar un arbol genealogico de ellos, y seguramente es aqui donde muchos dicienten, pero mientras sigamos sumando datos, quehay, per tenemos que buscar, viajar ver, e investigar, y es bueno para seguir sumando a nuestra historia...


Fuentes:
http://moriscosygauchos.blogspot.com.ar/
Jose Hernandez, El gaucho Martín Fierro (1872) y La vuelta de Martín Fierro (1879).
www.esgrimaantigua.com
www.urbatoriom.blogspot.com
C. O. Bunge, El derecho en la literatura gauchesca (Discurso leído ante la Academia de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires en la recepción pública) 22 de Agosto de 1913
Lucio V. Mansilla, Una excursión a los indios ranqueles, , Juan A. Alsina editor, Buenos Aires, 1890.
Antonio Dionisio Lussich Griffo, Los tres gauchos orientales (Imprenta de La Tribuna, 1872)
Eduardo Gutiérrez, Juan Moreira / 1880, Buenos Aires, N.Tommasi Editor.
Federico Corriente, Gramática Árabe.
Benjamín Vicuña Mackenna, "La Guerra del Pacífico" de 1880
Antonio de Ercilla, la araucana
Museo Polifacético Rocsen, Nono, Córdoba, Argentina.
Museo de Ciencias Naturales de La Plata.
Archivo Historico de La Provincia de Bs As

Archivo http://elranchodefierro.magix.net/public/index.html

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