martes, 9 de enero de 2018

Martina Chapanay

Martina Chapanay, oficial sanmartiniana, vengadora de la muerte del caudillo riojano Angel "El Chacho" Peñaloza.
Martina Chapanay nació a la vera de las lagunas del Guanacache, entre San Juan y Mendoza, en 1811, el mismo año que Sarmiento. Era hija, según algunos, de un indio huarpe. Según otros, de un cacique toba chaqueño, de nombre Juan Chapanay. Si fuera hija del toba, la leyenda dice que Juan se refugió entre los indios huarpes, “en una zona donde se formó un desierto”. Su madre fue una cautiva blanca llamada Teodora, quien era huérfana y a la que Juan Chapanay rescató de una sangrienta pelea donde dos hombres terminaron decapitados. "La Chapanay" se crió en el hogar de sus padres, que por su tamaño y la dedicación de Teodora, se transformó en la escuela y el centro de catequesis del lugar. Pero la muerte prematura de la mujer dejó al marido turbado y a Martina abandonada.
Cuando era adolescente, Martina se destacaba por sus aptitudes de jinete y cuchillera, su habilidad para hacer galopar caballos en los arenales, pialar terneros, cazar animales y nadar con gran destreza. Era una mujer de contextura pequeña, pero fuerte y ágil. De bellos rasgos, su cabello era negro lacio y de tez morena. Al elegir la vida de montonera comenzó a utilizar la vestimenta de los gauchos: (chiripá, poncho, vincha y botas de potro), tal como se representaba en las estampas y tallados de madera.
Cuando murió su madre, su padre la entregó a Clara Sánchez, de la ciudad de San Juan, que la educó con rigor. En respuesta, Martina logró escapar, encerrando a toda la familia en la casa.
A partir de ese momento, Martina vivió con los huarpes y se transformó en ladrona y asaltante de caminos, repartiendo lo que robaba entre los más pobres.
Luego convivió con el bandido Cruz Cuero, jefe de una banda que asoló la región por años. Se dijo que incluso atacaron la Iglesia de la virgen de Loreto, en la provincia de Santiago del Estero. Esta relación con Cruz terminó en una tragedia, ya que Martina se enamoró de un joven extranjero que secuestraron; Cruz golpeó a Martina y mató al joven de un balazo, pero Martina mató a Cruz con una lanza y quedó como jefa de la banda.
Sucesivamente, Martina se unió con sus secuaces al caudillo Facundo Quiroga. Martina continuó luego luchando al lado de los caudillos y del Chacho Peñaloza, hasta que le ofrecieron el indulto y un cargo de sargento mayor en la policía de San Juan. En ese cuerpo militar se encontraba el comandante Pablo Irrazábal, el asesino de Peñaloza. Martina lo retó a duelo, pero éste no tuvo lugar porque el oficial se descompuso por el miedo y pidió la baja.
Luego ofreció sus servicios al general San Martín, quien la nombró chasqui del ejército.​
Se cuenta que un antiguo oficial sanmartiniano, el cura Elacio Bustillos, cubrió la tumba de Martina con una laja blanca, sin ninguna inscripción, ya que “todos saben quién está allí”

https://www.facebook.com/revisionismohistoricoargentino/photos/a.1517118025004715.1073742060.168950939821437/1517118068338044/?type=3&theater

Archivo http://elranchodefierro.magix.net/public/index.html

Online Advertising data recovery