El 26 de agosto de 1782, hace hoy 238 años, el Cabildo autorizaba el primer reñidero de gallos de la ciudad.
Luego de haber iniciado gestiones ante el virrey Juan José de Vértiz, el Cabildo aprobó la petición.
Habilitó así “el establecimiento de un paraje donde pudiera hacerse la lidia de gallos para pública diversión y beneficio de la piadosa Casa de Niños Expósitos”.
El viejo reñidero funcionó hasta junio de 1820, aunque ya habían abierto otros en diferentes sectores de la ciudad como por ejemplo el de la foto inferior.