Una película de Tomás Larrinaga & Ricardo Becher con Sergio Podeley, Sabrina Garciarena, Ramiro Larrinaga, Rosario Palma, Jorge Seleme, Javier Valdes Scull, y la participación especial de Lia Crucet.
Fotografia: Fernando Lockett y Gustavo Biazzi
Arte: José Campitelli
Música: Gustavo Sidlin y Sebastián Pisera
Produccion: Anibal Esmoris
:: año 2006 :: duración: 95 minutos
:: Participación especial 8º BAFICI
:: Competencia Oficial 2º Festival
Latinoamericano de San Rafael
:: Competencia Oficial FCIA Paris 2008
"Una tribu de cineastas está filmado un documental sobre la figura del Gauchito Gil, suerte de Robin Hood vernáculo del siglo XIX, convertido en mito y santo popular de los marginales y delincuentes. En el camino encuentran un nuevo Gauchito contemporáneo y urbano, líder de otra banda de marginales que repite el accionar del mítico ladrón justiciero en la Bs. As. del XXI. Ambas tribus se cruzan y la historia recorre diferentes niveles y géneros: documental, ficción dentro de la ficción, puesta en abismo, thriller, ecos de tragedia shakesperiana, y hasta gauchesca. Becher, acompañado del joven Tomás Larrinaga, vuelve con toda la fuerza y juntos exploran hasta la abstracción todas las posibilidades de posproducción que permite el formato digital en una incesante -y por momentos apabullante- búsqueda de la Forma que capture la Imagen Esencia. Bien lejos tanto del realismo sucio como de la experimentación vacua, o el registro minimal. Mejor sería hablar aquí de un deseo Maximalista, por demás infrecuente dentro del cine argentino contemporáneo. Primer largometraje-punta de lanza de lo que los autores llaman muy acertadamente Neoxpresionimo Digital, este es un film coral, musical, plástico y comunitario, que rehuye a las clasificaciones. Como un cuadro con tema de De la Cárcova pintado por Munch o Bacon, o como un poema narrativo que cruzara el Facundo con El Salvaje Brando motorizado. Un nuevo Tiro de Gracia en el rostro de las convenciones fílmicas y la comprobación que el nuevo cine argentino importante no es sólo de una cuestión generacional. El joven Becher suma su maestría de beatnik zen a la inagotable sed de un grupo de creadores -en el más amplío sentido de la palabra- que no tienen mas de 25 años. El joven Becher inaugura con El Gauchito la generación de mañana. Bienvenidos a la tribu, entonces. Y buen viaje."
Texto de Alejandro Ricagno
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